Le atribuís el groove de un riff ciento por ciento a la paz de la nicotina (hipocondría maternal y paternal, hereditaria vitamina)

Daño al daño, 
también las heridas más profundas se vuelven superficiales,
ahí al fondo no importa cuán hondo calen, 
ni si sangran ni si dejan cicatrices, 
ahí al fondo de tu vida todo da igual. 

Claro, será porque hace rato que vengo de golpe en golpe, sin poder terminar de levantarme.

Acomodame el alma.

Montones de ideas que sin respeto alguno se chocan y pelean, y por tercas quedan en camino, dejando así al final del recorrido no más que un vacío insoportable... tan blanco, tan agobiante, tan solitario, tan... vacío.
Una tremenda cara de "pocos amigos" para acompañar el momento, que se le suma a un fastidio más fastidioso que de costumbre.

Y es entonces que te das cuenta que estabas equivocada, que la burbuja no se rompió, mucho peor, se llenó de mierda. Y ahora? Para dónde corrés? 

Y por si lo habías olvidado, por si no lo tenías lo suficientemente presente, por si ya no te dolía tanto, acá está otra vez.
Meses intentando esconder bajo la alfombra lo que hoy te explota en la cara.
Sabías que no había cambiado, pero, claro, no pensaste cuán lejos podía llegar, verdad?
Otra vez hacer malabares con los ojos para no fijar la mirada.
Si creías que ya te habías decepcionado lo suficiente, bueno.. podría llamarse a esto "Bonus track"?
Quizás deberías estar agradecida, es una buena forma de que no olvides con quién estás tratando.

Y sentir como si se tratara de una extensión de uno mismo o, aún mejor, como si se tratara de una fusión que hace al otro parte tuya.

Y así es como voy acumulando, y acumulo broncas, acumulo llantos, acumulo palabras de reproche. 
Acumulo reflexiones, sorpresa (aunque confieso que nada de lo que hagas me sorprende ya).
Acumulo información, imágenes (esas que te ocupaste de que no se me vayan nunca de la cabeza). 
Y siento, siento como en el medio de mi garganta esas cosas se unen y se anudan - garganta, o corazón, se siente igual de molesto.
Quizás sea que aún no encontré la valentía suficiente, quizás sea que en cierto punto crea que no puedo hacer más nada, quizás sin darme cuenta, de algún modo, estoy bajando los brazos, acostumbrándome, tomándolo como algo cotidiano, natural.

Dichosa de mí cuando pueda deshacerme de todo esto. 
Dichosa de mí el  día que pueda cantarte las cuarenta.
Pobre de vos el día que esto suceda.  

Lo curioso de esta forma de comunicación es que es más probable hablar de nada que de algo, pero sólo quería decir que para mí, toda esta nada ha significado más que muchos algo. Por eso, gracias. 

Tienes un e-mail.

No te acerques tanto que te puedo lastimar (y no me hago cargo de nada).

"Y si estirás la mano y está, agarralo fuerte, haceme caso."

Necesito arrancar todo lo que me hiera. 
Necesito, amor, necesito más.. más libertad.

Ganas de besarte, de coincidir contigo, de acercarme un poco y amarrarte en un abrazo... de mirarte a los ojos y decirte; "bienvenida".